EL ENSUEÑO
Duérmete, mientras el sonido húmedo se escudriña calando en los huesos.
Duérmete, mientras el fango sigue abriendo su boca, autofagia de su propio nombre, una y otra vez...
Duérmete que aquí es naufragio.
El pecho se agita en el huracán del deseo.
Un deseo cortado con agua en el canto coral del combate natural del tiempo.
Duérmete, no digas nada y respira, sólo respira sin sentir a las piernas frías.
Duérmete y escucha la canción de tu ensueño...
1 comentario:
Excelente poema
Publicar un comentario